“Después de Mao, nunca había llegado tan lejos un maoísta” reflexionaba un colega, cuya ocurrencia nos hizo sonreír aún frente a un panorama desolador: el desembarco de Carlos Zanini en la fórmula de Daniel Scioli ratificaba las especulaciones; Cristina Fernández, La Cámpora y el kirchnerismo entornarán al imbatible e incombustible gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Justo es reconocer el titánico esfuerzo que hizo el oficialismo duro para torcerle el brazo; intentó por todos los medios construir un candidato alternativo, más digerible a su selectivo estómago. Querían un K puro. Pero también hay que reconocerle al “cristinismo” la habilidad de saber cuándo negociar. Y eso que es una actividad infrecuente para el oficialismo. Sin embargo y sobre el filo, hizo un par de movidas estratégicas con la mirada puesta en el objetivo peronista por antonomasia: conservar el poder.
El kirchnerismo tiene características propias. Es, en su base, peronismo clásico: populista, discrecionalidad, con rasgos autoritarios, y una cierta debilidad por el poder sin límites. Por eso descree de la labor de la justicia que no es “militante”, de los medios que no son adictos y de las personas independientes. Para el peronismo y su desprendimiento, el kirchnerismo, la libertad no es un valor absoluto y, por ende, tampoco los derechos individuales. El peronismo es la reivindicación del estado corporativo que admiró Perón y cuyo formato copió del mussolinismo. Sobre ese piso, el kirchnerismo absorbió los elementos terroristas de los ´70 de primera y segunda generación y en la actualidad se mezclan entre sus filas los Kunkel con los Wado de Pedro. Los extremistas que acogió a lo largo de su historia habían sido, hasta Kicillof, elementos escasos y marginales de la construcción política, por lo general resistidos desde adentro y nunca del todo incorporados. En este estadío peronista, los trotskistas, leninistas, maoístas y marxistas de todo pelaje dejaron atrás la marginalidad de la militancia inicial, dejaron atrás la clandestinidad de la subversión posterior y hoy ocupan el centro de la escena. “Cosas vedere, Sancho, que non credere”.
Buscando en el fondo del placard una mirada optimista a lo que nos pasa, se podría esgrimir que las cosas están a la vista. Inmodificables pero explícitas porque quien hayaseguido la política de la última década habrá comprobado la rigidez K y el caso omiso que hizo siempre a sugerencias y/o críticas hasta de los propios que suelen advertir: “A Cristina no se le habla. Se la escucha”. Su rumbo es su rumbo y no es lo más importante; es lo único que importa.
Ahora bien, dado que otro legado K es la división del país en “ellos y nosotros” y según la reciente descripción, con “ellos” no hay nada que hacer, la zozobra es lo que hay enfrente de ese peronismo sin sorpresas en el fondo pero con preocupantes y novedosas señales de radicalización.
Y enfrente de eso emerge una fuerza política con elementos nuevos y viejos, con una apariencia inofensiva y cordial pero cuya receta también es la polarización, una réplica del “ellos o nosotros” menos extrema o, tal vez, menos explícita. Una de las principales banderas del PRO fue el caudal de gente sin militancia que aportaba a la política. Si eso significa que vienen sin mañas, es bueno. Si significa que carecen de experiencia, es malo. Porque la historia está plagada de ejemplos que demuestran las ventajas del entendimiento. Acuerdo no siempre es sinónimo de componenda.
El PRO, liderando una coalición, aparece como la única posibilidad para evitar más kirchnerismo y se resiste a asumir esa responsabilidad. Aislado entre propios, le dice que no a intentar por todos los medios la derrota del oficialismo. Su estratega ecuatoriano los convenció de que es mejor perder solos que ganar con otros pero no se trata de una simple elección. Estamos asomados a un precipicio de autoritarismo que nos alejará definitivamente del mundo y quedaremos a merced del kirchnerismo y su puñado dealiados: Rusia, Irán, China y Venezuela.
El PRO se niega a abandonar su discutible “purismo” y su actitud inflexible a pesar de la inminencia del peligro. Esa intransigencia ¿a qué remite? Cuando Mauricio Macri califica de “presiones” la opinión de quienes sugieren como superadora la opción de alcanzar una coalición opositora amplia ¿insinúa que los sectores que así lo manifiestan no debieranhacerlo? ¿No habría que decirle a los políticos que nos conducen lo que pensamos si disgusta? ¿Habría que solamente escuchar? Eso ¿a qué remite?
Fuerzas encerradas en sí mismas, fuerzas que consideran un agravio las opiniones adversas y fuerzas incapaces de acordar por encima de sus intereses de parte son fuerzas sectarias. Y son fuerzas dañinas para la república.
El desafío argentino está planteado. Habrá que elegir entre un kirchnerismo que “va por todo” y un macrismo empacado en “solos o
nada”. Será elegir entre dos sectarismos porque todo indica que uno de ellos va a ganar. Muy posiblemente sea peor la continuidad oficialista pero es bueno advertir desde ahora que ninguno, en la práctica, está dispuesto a abonar el camino de las instituciones.
Yo coincido con Macri. Creo que Macri puede ganar en la segunda vuelta a Scioli. La gente anhela una alianza no peronista y Macri lo sabe. Ademas ¿Que pasaria con Massa dentro de la misma alianza que Macri? Mi opinion: dos lideres de ese nivel juntos no deben estar, pues a poco de andar van a comenzar los desacuerdos. Soy liberal, voy a votar al Pro (aunque algunos de sus elementos sean socialdemocratas, y aunque Macri cedio ideologicamente, pero es mas liberal de lo que parece) y concuerdo con su posicion de no aceptar a los ex kirchneristas, Massa, Felipe Sola, Alberto Fernandez, etc. Ahora, que despues el peronismo lo deje gobernar, es otra cosa. El peronismo gobierna o conspira.
ResponderBorrarEstá perfecto que Ud "crea". Que Macri "sea más liberal de lo que parece" no nos consta. Lo conocemos x sus hechos y ellos desmienten su opinión: "es socialdemócrata y tiene algún elemento liberal(reconvertido diría yo) en 2das/3ras líneas. Pero lo más grave es que todas sus deducciones pueden chocar de frente con la realidad: Scioli va 1ro. Si el PRO insiste con el discurso del "polo antiperonista" (dudosamente cierto) pregunto: dónde cree Ud que van a ir los votos PJ del massismo? Eso le pone el broche al triunfo del kirchnerismo. Uds se conforman con "perder solos" según sugiere Durán Barba. Otros preferíamos ganar todos juntos al oficialismo. Es tener el todo de nada vs la parte del todo.
BorrarIndependientemente de nuestra mirada diferente de las cosas, gracias x asomarse a mi trabajo y dejar su comentario!!!
Digo que Macri es mas liberal de lo que parece pues: 1) Fue varias veces a Davos en pleno auge populista, si fuese socialdemocrata no lo hubiera hecho, menos en aquella epoca, 2) Fue el unico politico argentino que se opuso a las estatizaciones (los peronistas dijeron que mostraba la hilacha) 3) Fue a muchas reuniones de la UCEDE ( lo se de forma personal) y votaba a Alsogaray (nunca fue ni peronista ni radical y menos socialista) 4) Siempre habla de integrarse al mundo (apertura economica) 5)Dijo (lo escuche yo) que Argentina necesitaba generar 50 multinacionales argentinas. Dudo que un socialdemocrata dada su veta socialista llegara a decir eso. Para mi, esta hombre lo que hizo es atravesar el tsunami socialista-populista con imagen de persona de centro con sensibilidad social, que es lo mas a la derecha que admite la gente hoy.(estan lejanas las epocas en que Alsogaray sacaba un millon de votos, si no, miremos el caudal electoral de Lopez Murphy) Creo que los votos de Massa iran a Scioli, coincido, pero creo que hay que arriesgarse a que no lleguen a pasar el 50 %, de ser asi, en la segunda vuelta gana Macri. Massa y Macri no se iban a llevar bien juntos , Hubiera habido una inestabilidad permanente. mas discordia que soluciones..
ResponderBorrarRealmente no sé porque redacto un comentario, ya que me encuentro en las antípodas de tu pensamiento, pero lo respeto y creo que la respuesta a mi pregunta se encuentra precisamente en el respeto que tengo de tu pensamiento y la falta del mismo que tienes para los que no pensamos como vos, o al menos eso se desprende de tu visión del actual gobierno, al que acusas de haber “absorbido a terroristas”.
ResponderBorrarLa república estuvo gobernada en varios períodos democráticos por el peronismo, lo cual debería darle cierto crédito a dicho movimiento social, salvo que tu pienses que todos aquellos seguidores del mismo somos una masa uniforme de ignorantes. Parece poco serio comparar el mussolinismo con el peronismo. Tu inteligencia debería hacer un esfuerzo mayor.
En sus diferentes vertientes, tanto el menemismo como el kirchnerismo, han llevado adelante políticas, con las que se puede coincidir o no (aunque a esta altura darás por sentado que no coincido en lo más mínimo con el menemismo), que en su momento fueron apoyadas por amplia mayoría del pueblo. Este gobierno, al que reitero, lo ves plagado de terroristas viejos y nuevos (donde están ?) termina con alta aprobación de la sociedad.
No puede decirse lo mismo del conservadurismo que siempre llegó al poder vía golpes de estado y vía poder de las armas para asesinar opositores. Ese conservadurismo sólo sirvió para empobrecer la nación vía destrucción del aparato productivo, la educación y la salud. Pasamos de ser líder en América Latina en materia de nuevas tecnologías en la década del 50’, a tener que importar tornillos a finales de los 90’.
Durante esta última década la nación recuperó paulatinamente todos los instrumentos para poder lograr independencia económica. Se trabaja como nunca en ciencia y tecnología. Se INVIERTE en educación y salud. Los impuestos que pagamos se transforman en presupuesto para la construcción de nuevos hospitales, nuevas escuelas, nuevos ferrocarriles. Se subsidia al que estudia, me enorgullece, no pretendo que lo compartas.
El macrismo como tú dices, no habla de su doctrina, que por supuesto la tiene. No son tontos. Saben que hablar de privatizaciones y flexibilización laboral es “pianta votos”. Pero sabemos que es rengo, por su forma de caminar. Su política será/sería, primero arreglar con los fondos buitres, para luego endeudarse y lograr dólares frescos para alimentar a la clases media-alta que son las que los demanda. Echarle la culpa de todos los males al gobierno saliente será un clásico. Maquillar un poco, vía metrobus, bicisenda y soltar algunos globos que le sobren de la campaña será su marketing, tal como lo hace actualmente.
Aquellos que conocemos esta ciudad los sabemos. La hipotecó triplicando su deuda. Aumentó los impuestos por mil.
Pregunta: donde va a parar todo ese dinero. Como tú dices. Pagamos impuestos y los hospitales que no “usamos” son de terror. Pagamos impuestos y las calles de la zona sur de CABA están destruidas, obviamente zona norte brilla. Pagamos impuestos y la basura nos tapa. A estos le llamas oposición ¿?.
Es muy poco
Gracias María por leer mi comentario. No pretendo que lo mantengas publicado. Yo sí te seguiré leyendo porque me parece interesante tu punto de vista más allá de las diferencias ideológicas y algún comentario que considero desafortunado.