Sin embargo, nada pudo opacar el emotivo y multitudinario reclamo de seguridad que congregó a familiares y amigos de víctimas del delito que, con velas encendidas y fotos de sus muertos, entonaron el Himno Nacional y aplaudieron las intervenciones del sacerdote católico y del rabino que precedieron a Juan Carlos Blumberg. Cerca de 200.000 personas escucharon en silencio el petitorio que el Presidente Kirchner y sus funcionarios se negaron a recibir, horas antes de la marcha. Bajar la edad de imputabilidad de los menores, que son utilizados para cometer delitos; responsabilidad personal de los funcionarios que liberan delincuentes y la investigación del patrimonio de los jueces federales, ampliamente desacreditados en la sociedad por encontrarse casi todos envueltos en sonados casos de corrupción, fueron algunos de los reclamos que recibieron amplio apoyo del público presente. "Basta de tibios y timoratos" dijo Blumberg sobre el final. "La inseguridad no se puede esconder bajo la alfombra por más que pongan millones en publicidad" agregó refiriéndose al enorme gasto oficial destinado a evitar las críticas a su gestión, y cerró el acto con una frase inquietante: “Tenemos que saber votar. Todos juntos podemos mover montañas.” Con un emocionado “Axel, te quiero mucho" Juan Carlos Blumberg volvió a rendir tributo a su único hijo, muerto a manos del delito en la peligrosa provincia de Buenos Aires, cuyo gobernador intenta violentar la Constitución para obtener un tercer mandato.
viernes, 1 de septiembre de 2006
Al mejor Estilo Chavista
Sin embargo, nada pudo opacar el emotivo y multitudinario reclamo de seguridad que congregó a familiares y amigos de víctimas del delito que, con velas encendidas y fotos de sus muertos, entonaron el Himno Nacional y aplaudieron las intervenciones del sacerdote católico y del rabino que precedieron a Juan Carlos Blumberg. Cerca de 200.000 personas escucharon en silencio el petitorio que el Presidente Kirchner y sus funcionarios se negaron a recibir, horas antes de la marcha. Bajar la edad de imputabilidad de los menores, que son utilizados para cometer delitos; responsabilidad personal de los funcionarios que liberan delincuentes y la investigación del patrimonio de los jueces federales, ampliamente desacreditados en la sociedad por encontrarse casi todos envueltos en sonados casos de corrupción, fueron algunos de los reclamos que recibieron amplio apoyo del público presente. "Basta de tibios y timoratos" dijo Blumberg sobre el final. "La inseguridad no se puede esconder bajo la alfombra por más que pongan millones en publicidad" agregó refiriéndose al enorme gasto oficial destinado a evitar las críticas a su gestión, y cerró el acto con una frase inquietante: “Tenemos que saber votar. Todos juntos podemos mover montañas.” Con un emocionado “Axel, te quiero mucho" Juan Carlos Blumberg volvió a rendir tributo a su único hijo, muerto a manos del delito en la peligrosa provincia de Buenos Aires, cuyo gobernador intenta violentar la Constitución para obtener un tercer mandato.
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