
Ma sí! Siguiendo el ejemplo presidencial, este blog ha decidido abandonar el estilo académico y remilgado que se nos pega en los claustros universitarios. Sin la necesidad imperiosa de revertir ningún rechazo masivo pero con la idea de alcanzar una mimetización verbal con el público, habremos de echar mano de esos modos coloquiales que nos hacen sentir tan cómodos, tan cerca del prójimo, tan como en casa.
Estuvo grosa la presidenta rompiendo la pompa cuando cerró las deliberaciones de UNASUR en Bariloche con un simpatiquísimo “Sale con fritas”, exclamación que siguen intentando explicarle a Lula. “Minga que la va a entender” dijo el canciller Taiana cuando le consultaron el tema.
Pero él no es el único desestructurado del gabinete. Ahora todos están ensayando la soltura que domina el discurso presidencial porque ninguno quiere desentonar. Al que menos le cuesta es a Aníbal Fernández, porque viene practicando hace rato. Es que él tiene mucha llegada a Olivos y es evidente que estuvo al tanto del giro antes que el resto. Le revoleó un “vago” al Jefe de Gobierno y “estúpido” al presidente del Banco Central; se ocupó de los patitos de Carrió y no arruga a la hora de atender al que sea. Eso es “lleca”.
Pero la cosa no quedó ahí. El cambio es profundo y, como todas las políticas kirchneristas, van hasta el hueso. Trascendió que está muy enraizada la modalidad “boló” para reemplazar los nombres de pila entre funcionarios. La premisa es mostrarse espontáneos y hasta un poco pícaros. Apenas se traspasa la puerta de Balcarce 50 por orden de la señora presidenta han colocado un cartel enorme con forma de cara guiñando un ojo que dice: “Sonría. Es lo segundo mejor que puede hacer con sus labios”. Es que Artemio constató con una encuesta “delivery” el impacto enormemente positivo que tuvieron las referencias presidenciales a su vida sexual y están dispuestos a profundizar el modelo. La etapa tanguera y chabacana está en marcha. Agarrate Catalina.
Mientras un señor da vuelta a la plaza de los Dos Congresos repitiendo: “Que nos gobiernen las prostitutas porque cuando lo hicieron sus hijos nos fue pésimo” yo reviso dichos del patrimonio popular vernáculo. La lista es larga y todos suenan familiares, aún los que no se asocian con la administración K. Como una plegaria laica y empobrecida murmuro los que vienen a la memoria no sé en función de qué asociación ilícita:
Quien siembra vientos, recoge tempestades.
Mucho ruido y pocas nueces.
Genio y figura hasta la sepultura.
Eres dueño de tus silencios y esclavo de tus palabras.
El pez x la boca muere.
El que mal anda, mal acaba.
Y como dijera Angeloz: “A quien le quepa el sayo, q se lo ponga”.