
Está bien que el carísimo y bocón Jaime Durán Barba ya no merodee el despacho del Jefe de Gobierno para fogonear inconveniencias; ok si la pila de especialistas profesionalmente amateurs que lo rodean viene demostrando un vasto, profundo y acabado desconocimiento de las sutilezas de la comunicación política; está bien que la feroz interna entre dos titanes -Michetti y Rodríguez Larreta- lo tenga absorbido y el casting de asesores para ver qué y cómo hace de acá a 2011 le quite el sueño, pero que a diez días de las elecciones Mauricio Macri pida, extemporáneamente, la reprivatización de Aerolíneas, parece una broma para Tinelli.
“Franta” De Narváez se peleó hasta con Solá en aras de la desperonización (visual) de la lista, lo que le costó un piquete en la puerta misma de sus espaciosas oficinas en Las Cañitas. Una zona tan “cool” de la capital se vio alborotada por la presencia de bonaerenses enojados que fueron a reclamar por las candidaturas prometidas que terminaron misteriosamente en el canasto a la hora de la oficialización de las listas. Tal fue el despiporre que hasta (aunque suene feo es dicho “de onda”) el padrino del acuerdo, Eduardo Duhalde, partió de viaje, fastidiado con la pésima performance que demostró su “pollo” para el crochet político. La camándula es la camándula; ignorarla es ser un ignorante, un traidor o un idiota. Ud elija.
El consejo póstumo de Durán Barba fue lavarle cara a la lista hasta borrar los signos de extremo pejotismo. En realidad, para lo que le han pagado, mucho caso no le hicieron porque de los diez primeros ocho tienen peronismo en su ADN. Es cierto que es difícil reconocer de quiénes se trata; en conclusión, son peronistas pero lo suficientemente desconocidos para no escandalizar, salvo a algunos memoriosos.
Venían zafando con una cintura propia de Freddy Mercury. No se habían definido en casi nada. Sus proclamas eran tan ecuménicas que las podían votar desde Vilma Ripoll hasta Pereyra de Olazabal, de Bin Laden a Bush pasando por Berlusconi, Sarkozy, Chávez y Barack, por supuesto. Redistribución de la riqueza, trabajo, seguridad, felicidad, paz y amor. Conmovedor. Ante cualquier definición exclamaban sin hesitar: “Lo más probable es que quién sabe”. Mientras la población que no come gracias a Planes Trabajar ni a las tarjetas que volantea el Banco Provincia en el conurbano cargadas con monedas para comprar víveres, se pregunta por ejemplo, qué pensará el properonismo sobre la gratuidad de la enseñanza universitaria; sobre los millonarios subsidios a las empresas de transporte; sobre el monopolio sindical; sobre los presos políticos que están pudriéndose en las cárceles sin condena (ni juicio ni justicia) o sobre la coparticipación federal y la estafa del poder central.
Tuvieron la suerte de despertar en el periodismo escasa expectativa intelectual tanto que, en lugar de ponerlos en aprietos con esos temas, los fotografían haciendo pavadas como dando a entender que en esos retratos ridículos los muestran tal cual son, más auténticos que cerebrando sobre el artículo 73 de la Constitución Nacional.
Entonces, obtenido este caldo insulso de pegajosa mediocridad, viene Macri en la recta final y se despacha a favor de la privatización de la estatizada-privatizada-reestatizada Aerolíneas Argentinas en un gesto conmovedor de generosidad hacia su acérrimo adversario: con esa frase le dio de comer de acá al 28. Ahora Néstor y su digna consorte se van a rasgar las vestiduras (lo que, en el fondo, sería lo de menos) ante el “toupé” del niño rico. Conceptos revolucionarios y flamantes del tenor de “la vuelta a los ´90”, “el fantasma del neoliberalismo” y “los personeros del pasado” van a dar vuelta como calesita hasta hacernos vomitar.
Ya no podrán endilgarle el sapo a Durán Barba. Nadie sabe qué dirá Savaglio por estas horas; en su caso, debe estar fuerte ahora que lo tuvieron que ir a buscar tras el despido del ecuatoriano, lo que implica que le perdonaron y han superado definitivamente el desgraciado episodio sobre el supuesto plagio de un spot de PlayStation que don Savaglio habría reciclado y maquillado en 2007 para el PRO.
La cosa es que el mundillo político, aunque también el periodístico y el empresario, se preguntan quién diablos le habrá mandado al Jefe de Gobierno meter semejante bocado de Cardenal en el paladar kirchnerista. Como esta columna sabe de la ingratitud oficial, nos adelantamos a agradecer en su nombre esta nueva e invalorable colaboración prestada por el properonismo al triunfo K.
Pongan los fideos que estamos todos. A esta campaña no le falta nada.
Pongan los fideos que estamos todos. A esta campaña no le falta nada.
PD Al finalizar el juicio a los asesinos del TTe de Policía Garrido, su viuda dijo “Que Dios los perdone pero que la justicia los castigue”. Cabe la esperanza opuesta en el caso del macrismo.
BUENÍSIMO MARÍA, TE ENVIDIO LA CAPACIDAD DE TRANSFORMAR LA FURIA E INDIGNACIÓN EN SUTIL AGUDEZA. LEOPOLDO
ResponderBorrarExcelente.
ResponderBorrarParece mentira pero es así. Un regalo innecesario.
ResponderBorrarSobre todo porque el destino de AA en un futuro cercano no parece ser una preocupación ciudadana actual.
Independientemente de ello, AA es un curro de una camándula de pilotos, aprovechado por los K, con esa maravillosa capacidad que tiene para aprovechar cualquier tren que lo lleven, no a la terminal, sino tan sólo a la próxima estación.