


No pude encontrar las declaraciones de Francisco de Narváez denunciando los métodos aberrantes a los que se apeló en la campaña pasada, cuando se le inventaron supuestas cuentas off shore millonarias al entonces candidato de la Coalición Cívica, Enrique Olivera.
Tampoco me fue posible ubicar su repudio a la mini campaña contra Alfonso Prat Gay iniciada hace poco más de un mes en el canal de televisión del que es accionista, atribuyendo a su adversario político tolerante connivencia con los sinuosos modos del comercio que se practican en La Salada.
Aquella frase de Martin Niemoeller sobre que “Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista…” mal atribuida a Bertolt Brecht, resume con estricta agudeza las consecuencias de no resistir las tiranías desde los primeros intentos de su implementación.
¿Imaginará Francisco de Narváez quién está hoy tras esta oportunísima citación a Tribunales para desmentir el entrevero de su nombre (y de su buen nombre) con el tráfico de efedrina?
Cuando su actual compañero de lista, Felipe Solá, era oficialista y Gobernador bonaerense y se dirigía a Luis Patti como “el comisario eléctrico” avalando, junto a la flor y nata del kirchnerismo, la estafa política de evitar su asunción como diputado nacional, ¿no se le habrá ocurrido levantar la cabeza de los zapatos del entonces Presidente Néstor Kirchner ni de la mano de la candidata a senadora Cristina Fernández y sopesar que la vida no es una foto? ¿Que esos zapatos y esa mano podrían un día cualquiera dejar de impulsar sus pasos arrastrándolo a cargos públicos y que padecer en carne propia la arbitrariedad de sus modos estaba a la vuelta de la esquina?
Hoy el engranaje kirchnerista es un monstruo con vida propia y buena salud que alimentaron casi todos, por acción u omisión; cuando los ultra K acompañaron cada barbaridad oficial pero también cuando los opositores no defendieron la legalidad y el estado de derecho en cada causa por interpretar, equivocadamente, que eran ajenas. Cada vez que se avasallaba un derecho, cada vez que se invertía la carga de la prueba, cada vez que se violaba la presunción de inocencia el kirchnerismo apuñalaba las instituciones ante la mirada impertérrita de una oposición complacientemente mediocre y mezquina que ahora pretende chillar. Ahora, después de haber sido partícipe necesario.
“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista;
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata;
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista;
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío;
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata;
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista;
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío;
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”
Como en tantas cosas, muchos (la mayoría, me animo a decir) opinan según su propia conveniencia y no según una conciencia recta (acertada o no). No sorprende que tantos fanáticos "K" puedan mostrarse ahora tan "anti K" (hasta D´Elía puede cambiar de bando!) ni que gente aparentemente capacitada e independiente se arrastre detrás del poder de turno si obtiene alguna migaja (o fortuna). Lo mismo pasa muchas veces con la oposición y también con dirigentes e incluso ciudadanos en general. Solemos ser según lo que creemos que nos conviene. Así estamos. Sin convicciones auténticas, sin independencia ni juicio crítico real parece improbable construir una sociedad seria. Por eso no me cansaré de decir que, al margen de las acciones que se tomen en el ámbito público, los verdaderos cambios son interiores y empiezan por cuestionarnos seriamente a nosotros mismos y esforzarnos en ser más honestos, coherentes y comprometidos.
ResponderBorrarSaludos a todos. Y gracias, María por tus reflexiones y tu libertad. Juan Manuel Bulacio
Gracias doctor!!! Es así, la "moral de oportunidad" nos está carcomiendo. Creo q el permiso q la sociedad le otorga a las dirigencias para la inmoralidad no es más q un auto-consentimiento a hacer lo mismo. Y dale q va!!!!
ResponderBorrarHola María, te paso algo que postee en mi blog hace unos días.
ResponderBorrar"Siempre viene alguien que te hace extrañar al que se fué.
Nos pasó con Menem, luego con De la Rúa, después con Duhalde...
Claro, con el demente de Kirchner extrañamos a todos esos juntos...
Entonces aprendamos la lección.
Basta de hacernos problemas y despotricar!
Esto es Argentina!!!
Disfrutemos el presente ya que el futuro es peor...
No entienden ?
Piensen...piensen un poco...
Saben lo que vamos a añorar a Kirchner cuando asuma Schoklender ?"
Necesitaríamos más blogs como el tuyo.
Un beso
Q BAJON, Jimmy!!!! pero es cierto q todo pasado termina luciendo mejor... todo indica q hace medio siglo, vivimos trepados a un plano inclinado descendente.
ResponderBorrarMmm, el punto general no sería así, me parece, desde mi humilde punto de vista, Argentina se presenta a su Bicentenario con una sola verdad, con altibajos, con mejores y peores, con revolucionarios y militares, demócratas y demás animales políticos, la realidad del pobre de Latinoamérica no ha cambiado gran cosa, los que hace "unos añitos" estaban abajo, hoy...siguen donde estaban, fuimos "petroleros", sindicalistas, populistas, el granero del mundo, producciones que en su capacidad siempre sobrepasaban las necesidades de nuestra población...¿y?...hoy, si producimos para 400 millones y hay 3 millones de niños pasando hambre, significa justamente que la redistribución no solo es de baja calidad, si no que, es pésima, y...siempre lo fue, en toda Latinoamérica entera, miremos México, hoy volteamos hacia Guatemala, El Salvador sufrió una guerra civil de 10 años, en Chile, con todo y que son el "ejemplo" de Sudamérica...podemos ver como en nuestro país, a los pueblos originarios hambreados, humillados, Latinoamérica es constante en el mantenimiento de su realidad, basta con ver Villas y Favelas, hace varias decenas de años que están allí, y siguen creciendo sin que un gobernante se ocupe de la calidad de vida de los que alí viven, es más, por el contrario, los ocupan para el más cruel clientelismo que se pueda conocer, y podría seguir pero, lo que necesitamos no es un nuevo ladrón, lo que necesitamos es que el que venga sienta toda la presión de un pueblo que está cansado de ser víctima y que no está dispuesto a seguir viviendo la misma realidad política una vez más.
ResponderBorrarUn abrazo.
Estimada María Zaldivar:Debo decirle que todo sistema sólo es bueno a la luz de sus resultados.Tuve la oportunidad de conocer,por sus efectos,un buen gobierno:Alejandro Agustin Lanusse.En adelante,una sostenida decadencia.La"democracia" del 73/76.El grave error del gobierno cívico-militar de adherir al monetarismo con Martínez de Hoz.Y luego una turba corrupta de mediocres picapleitos,que infiltraron y malversaron al radicalismo (la internacional socialista); y al justicialismo (la internacional demócrata cristiana).Ambas internacionales asociadas en Europa,con aparente conducta virtuosa en ése continente y con brutal vandalismo en el nuestro.Nuestros "dirigentes democráticos" condenaron a nuestra constitución a "pactos internacionales" y sólo aspiran a ser electos cortesanos.Solamente han legislado en beneficio de sus propios privilegios generando una vulgar legión de indecentes y promiscuos nuevos ricos,empobreciendo a los generadores de riquezas y convirtiéndolos en indignos pedigüeños.No veo, es síntesis, una real alternativa en las ofertas electorales que se avecinan.Con diferencias de estilo,más de lo mismo.Asimismo,si desde la cúspide del optimismo
ResponderBorrarlográramos instalar un gobierno liderado por republicanos decentes,austeros,respetuosos de la ley; se imagina Usted que pasaría al tomar las medidas pertinentes para poner las cosas en su lugar?.No quiero imaginarlo.Sostengo que la democracia se traduce en un sistema unicamente cuando logra concebir una aristocracia de la inteligencia.La nuestra es una vulgar caricatura.
Me asusta ver a la oposición tan animosa y optimista. Yo los veo bailando en el Titanic. Ninguno de ellos sospecha que la inseguridad puede ser la venganza setentista contra la clase media por no haberse sumado a "su revolución"?.
Todos creen que los "grupos sociales" dispuestos a la violencia, como ellos mismos lo manifiestan,
se disolverán pacíficamente?.
Por lo expuesto,creo que lo que resta de la sociedad argentina no contaminada se encuentra indefensa y sin posibilidades ante la asociación ilícita que integran esa escala infinita de corruptos y aspirantes.
Mas aún cuando advertimos que en USA, el único baluarte de la república,nuestros únicos posibles socios salvadores,...nuestro mal ya ha hecho metástasis.Los negros votaron por un negro en la mas racista eleccion de su historia.Los S.N.O.B.votaron "por un cambio"(razonamientos de clorhidratados).
Con la esperanza de que mi escepticismo solo aliente su valiosa lucha, ya que la lectura de sus páginas resultan un bálsamo para los que aspiramos a la libertad republicana,la saludo con mi más distinguida consideración.
Juan A. Tuckey (padre)
Hola Señor Tuckey!
ResponderBorrarQué se obtiene de la suma de escepticismo y escepticismo...?!?!?! Veo con dolor pasar los años para comprobar que inexorablemente, que siempre el último es peor q el anterior.
Mi única diferencia con sus palabras es en lo referido al "rescate" que hace Ud de Alejandro Lanusse. Como responsable de la vuelta de Perón acapara todos mis recelos. Lo cierto es que los que siguieron empeoraron el legado maldito.
Qué destino!