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lunes, 16 de febrero de 2009

Mirá que sos cholula, Gorda!


No se te veía desde las fiestas, cuando partiste rumbo a la costa uruguaya decidida a descansar después de un año estresante. Ahora reaparecés, chocha de alegría con el acercamiento entre Macri, Solá y de Narváez, eh? Porque que cada uno estuviese por su lado y criticando al otro te ponía en la incomodísima situación de tener que decidirte por alguno. En realidad, tampoco es tan así, pues bien podrías haber hecho “la Gran Scioli” y estar acá y allá; hoy con uno, mañana con otro y pasado con ninguno mientras exclamabas espantada: “Quién, yo?!?!?!?!”. Hablando de Roma, te acordás, Gorda, cómo le decían a eso cuando éramos chicos? “Panqueque”, te acordás? porque se da vuelta en el aire.

Pero vos Gorda querida, en el fondo y pese a tus aires de sofisticación, sos burguesa de alma y contra la naturaleza no se puede. Y por eso te alucina el “menage a trois” que acaba de iniciarse, sumado al hecho de que se trata de chicos bien. Oime, la tengo re clara, Gorda. No me vas a decir que Mauricio no es mucho más “cool” que Adrián Pérez o Gerardo Morales, no? no seamos caretas. Los tres integrantes de la nueva alianza son los yuppies del peronismo posmoderno; cancherísimo. Te los imaginás perfecto arriba del caballo o con una raqueta en la mano. Además, uno se los puede cruzar durante el weekend en el Jockey, en el Buquebus o en Montoya, no? Pará! sin ir más lejos, quién de nosotros no los ha saludado alguna vez en el VIP del tenis entre dos partidos de Copa Davis, en el Abierto de Palermo, en la inauguración de la Rural o en el Medellín?

Y ellos te escuchan. Obvio! hablamos el mismo idioma. Aprovechamos para decirle a Felipe por ejemplo que, cuando sea gobernador con nuestro apoyo, tendría que hacer todo lo que no hizo mientras fue gobernador. O le rogamos a Francisco que vaya al Congreso y no haga como Mauricio que tuvo inasistencia perfecta mientras fue diputado. Al jefe de Gobierno hasta se le puede plantear la consulta sobre la dudosa ética de tenerla a Gabriela Michetti de pájaro llamador de votos en cuanta elección se presenta el PRO. Los tres son gente como uno, viste? Y no te van a contestar un domingo siete como los cachudos del kirchnerismo. Manejar los mismos códigos es una tranquilidad porque uno tampoco está acostumbrado a pasar un mal momento.

Además, hablemos a calzón quitado; que sean gente de fortuna personal nos relaja los nervios a todos, qué querés que te diga. No me lo veo a ninguno de ellos llevándose a la casa una alfombra “oficial” en el baúl del auto. Ni esperando la visita de algún venezolano portando attaché cargado de verdes billetes. Ellos nacieron en la abundancia y quieren lo mismo para nosotros, Gorda. O sea que, si los dejamos gobernar, en un par de generaciones todos vamos a ir al Newman, todos vamos a veranear en Punta del Este y todos vamos a empilchar en Tombolini, Gorda; todos! Como proyecto de país, es lo más.

La única duda que me asalta es el “cómo”. Porque en el “qué” estamos todos de acuerdo, pero la cosa se complica en la implementación. Digo, a ver. No falta el amargo que quiere empañar este arco iris que acaba de dibujarse para algunos en el firmamento político, coincidiendo siempre con la cercanía de alguna elección en la que se reparten asientos legislativos y cargos y carguitos ejecutivos, y pregunta si los peronistas se van a volver liberales o el liberal, peronista. Vos sabés mi teoría sobre el peronismo: nada, repito, nada sobrevive cerca de un peronista buscando poder y si dos de ellos decidieron entreverarse con un liberal, descartada de movida la generosidad, es porque lo necesitan. La historia reciente indica que el peronismo se fagocitó las dos fuerzas a las que se arrimó, los liberales en el comienzo de los ´90 y el radicalismo a fines de la misma década. Mientras que ambos partidos quedaron en coma profundo, el peronismo, todavía con una gota de sangre en la comisura de los labios, siguió adelante como si nada.

Ahora bien y dando por válido que la entente sume, cosa que la ingeniería electoral probó que no es necesariamente así, ¿te preguntaste para dónde agarrarán los tres juntos, ya en el mismo barco? ¿Doblarán hacia “Justicia Social” de Juan Domingo o tomarán derecho por “Economía Social de Mercado” de don Alvaro? ¿Alentarán la “redistribución de la riqueza” sin preguntarse quién y cómo se crea ni sonrojarse al pisotear el derecho de propiedad o intentarán trabajar sobre las condiciones en lugar de intervenir y alterar las consecuencias? ¿El partido seguirá siendo más importante que el individuo como proponen los populismos, el peronismo incluido?

Gorda, no quiero pincharte el globo, nada más alejado a mis intenciones que desdibujar esa sonrisa que tres chicos bienintencionados le pusieron a tu alma. Pero insisto; me harías el santísimo favor de averiguar, antes de enamorarte y perder por completo la objetividad, si ellos quieren nuestro voto para repetir lo que se ha venido haciendo en el país desde que Perón inventó la versión local del mussolinismo? ¿Te podrías asegurar de que no vayan a persistir en la alimentación del corporativismo; que no va a haber hijos y entenados, empresas y empresarios apañados y preferidos, socios de privilegios; gerentes millonarios de compañías quebradas? ¿Te animás a arrancarles la promesa de respetar la libertad a secas, que es la única garantía para las otras libertades?; planteate si entre enfrentar o transar con intereses particulares van a jugarse por la innovación y van a resistir las presiones y si de la mano de estos tres muchachos de corbatas Hermes y tatuajes fashion, la política va a dejar de ser un buen negocio para los que la ejercen y uno pésimo para los que sufrimos sus consecuencias. Preguntate, Gorda inocente, si no son más de lo mismo, algo distinto o menos de lo de siempre.

Mientras espero con más ilusión infantil que esperanza, pienso en Prat Gay; qué loco, no? pero la verdad, es una lástima que se le haya dado por recalar en la Coalición Cívica. Nadie sabe qué hace ahí porque genéticamente era el cuarto hombre ideal para armar un equipo de polo y evitar, de paso, que Mauricio, Francisco y Felipe parezcan “Los Tres Chiflados”.

sábado, 14 de febrero de 2009

De berretadas, Obama, Perón y Marx


La Argentina tiene una suerte perra. Siempre se las arregla para mantenerse al margen del sistema solar que la abarca, tanto que ahora ni la crisis del mundo desarrollado logramos compartir con el resto del planeta. Ellos están pendientes de los indicadores económicos, la pobreza, del desempleo y la recesión. Para nosotros esas son preocupaciones viejas. Es más, aquellos constantes vaivenes son la única estabilidad que conoce la Argentina de los últimos sesenta años; el deterioro económico ha sido la regla o, su sinónimo en términos sociales, la erosión en la calidad de vida general.


Entonces, como un planeta que gira sobre su propio eje o como el imbécil que sólo atina a mirarse el ombligo, los argentinos nos dedicamos a desperdiciar tiempo y oportunidades mientras nos conformamos con el espectáculo dantesco del mamarracho cursi que baja desde las alturas de poder político y de sus funcionales opositores. Así es como se suceden los hechos de nuestros desvelos que comentamos hasta el hartazgo, analizados con severidad verbal previa inmunda e inútil disección, como hacíamos con la rana en biología de primero sobre la plancha de telgopor. Y ahí mismo le damos sin asco en un estudio de televisión, en la radio, en el café y aún en el comedor familiar, tanto a la compulsión viajera de Cristina como a la alianza del neo peronismo yuppie duhalde-menemista.


La presidenta vestida de Barbie entre el Rey y la crítica despiadada de la prensa española es una postal repetida. La presidenta sacudiendo con su mano enguantada las de las comitivas que la esperan al pie del avión en sus visitas oficiales también engrosa el mismo vergonzoso anecdotario titulado “Minga con el Protocolo”, que inauguró don Néstor. No se entiende muy bien por qué el público se sorprende de tantas similitudes, si basta con recordar que en este caso también aplica aquello de “Dios los cría y el viento los amontona”, no le parece?


Por estos días quedó disipada cualquier sospecha. Ni Obama leyó nunca a Perón, gracias a Dios, ni Cristina a Groucho Marx, lamentablemente. En un caso, porque nada de lo que dijo o hizo el general se enseña en Columbia ni en Harvard, las prestigiosas universidades que moldearon intelectualmente al actual presidente americano y, fundamentalmente, porque no hay en el mundo civilizado quien defienda o emule aquella dictadura. En cuanto a la ignorancia de Cristina Kirchner sobre la producción de Groucho se hace evidente en su tenaz insistencia por avalar sus más sarcásticos dichos, confirmando con elocuencia en sus verborrágicas apariciones una y otra vez que “Es mejor mantener la boca cerrada y que la gente piense que se es tonto, que abrirla y no dejar ninguna duda.”

miércoles, 4 de febrero de 2009

Guatemala y el pensamiento liberal


Participar de un coloquio es, de por sí, un hecho de intenso contenido intelectual. Si a ello se le suma la presencia de un grupo humano reducido, altamente calificado y de variada procedencia, tanto mejor. Y si, además, el beneficiario de tal “retiro” es un sufriente argentino, las palabras de agradecimiento se extinguen pues la sed de inteligencia y abstractos se multiplica frente a nuestras miserias, no estrictamente económicas.


He tenido el placer de formar parte de un encuentro académico de altísimo nivel sobre el pensamiento de Friedrich Hayek, organizado por la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala) y la Liberty Fun (Indianápolis, USA) y consideré interesante compartirlo con mis lectores, a quienes torturo con panoramas, análisis y percepciones de la realidad política nacional, por cierto generalmente oscuras. Comentar que existen otras actividades además de la coyuntura, es una buena noticia aunque no haya tenido lugar en la Argentina.


Tengo una profunda admiración por la fidelidad al eje filosófico que viene manteniendo esa universidad de excelencia y por el adecuado equilibrio entre pensamiento y acción que alimenta el nivel académico de su comunidad educativa.


Me ilusiona imaginar emprendimientos similares para nuestro país, tan necesitado de pensamiento profundo, de reflexión y de conocimiento. Los intelectuales argentinos no parecen preocupados por esas carencias esenciales que se demuestran luego en la pobreza de una clase dirigente rudimentaria, sin respuestas para los desafíos que presenta el mundo actual.